Luego de algunos amagues se acababa Tarapoto. Nos despedíamos de Vanesa y sus aliados que nos habían tratado tan bien en su Hostel. El siguiente destino era Moyobamba. Dentro de la región de Amazonas, entrabamos en un lugar que no ofrece mucho mas que unas termas superpobladas de gente donde bañarse en aguas termales de temperaturas que llegan a los 45 grados, con fuerte contenido de azufre. El pueblito lindo, con su plaza y esas cosas de todos los pueblos. Las plazas en Perú, siguen llamándose Plaza de Armas como en la época de la colonización, no han cambiado.
Inciso. Perú es el país de los maniquíes, es interminable la cantidad que se ven en un rato caminando por la calle, de cualquier pueblucho perdido en la sierra, no hace falta irse a las ciudades grandes.
Nos fuimos haciendo dedo. Llegamos a la ruta y esperamos. Era jodido porque prácticamente no hay autos. El norte de Perú está plagado de lo que ellos llaman mototaxis, unas motos de tres ruedas con un banco trasero que cobija a, máximo, tres personas, se han visto mas... Entonces el dedo se dificultaba porque los únicos que podían llevarte eran los camiones. En eso pasa una Hilux, con dos pibes a bordo, uno de ellos, afiebrado por generar contenidos multimedia para las redes sociales. Esa gente que está continuamente pensando en videos y fotos para subir al fb, y que evidentemente vive de eso. Era algo raro, se hacía llamar Shanao, y trabajaba arreglando motorizaciones de carrera, pero como continuamente planteaba la necesidad de generar contenidos era algo raro lo que se producía porque uno tenia la sensación de estar en un programa de televisión todo el tiempo. Nos subió y nos llevó a un parque que estaba cerca, el lugar era lindo, pero desistimos de entrar ya que estaba plagado de seres de dos patas con cámaras de foto al cuello y niños que afinaban sus agudos a cada rato. Volvimos a Moyobamba luego de haber salido hacia un rato de ahí, con la promesa de que este hombre nos llevaría a la casa de un amigo, ubicada en medio de una reserva cercana a la ciudad, cosa que nunca sucedió, en cambio nos escabiamos unas chelas en honor al mangazo.
Al otro día nos fuimos a Chachapoyas. Capital de la cultura aborigen que lleva el mismo nombre que la ciudad. Esta cultura que agrupaba varias tribus fue conquistada por los Incas a medio siglo de la colonización española, algo parecido a lo que paso en el norte argentino, solo que acá la esclavizaron fue bastante mas brutal, Quizás la cercanía a Cusco ayudo tal empresa. El paisaje se asemeja al de Bolivia en la zona de Cusco. Esto me lleva a una pequeña reflexión. La idea sería la siguiente. El corazón del subcontinente seria sin muchos cuestionamientos el Amazonas, y conforme uno se va alejando comienza a percibir la misma topografía en las diferentes zonas que lo rodean, es decir, el Amazonas es selva, conforme uno se dirige al oeste o al sur la selva se convierte en selva alta gracias a las montañas, lo mismo en Peru que en Bolivia. Si superamos este lugar llegamos a regiones de punas, también en ambos países, descontando por supuesto las zonas de costa.
Al otro día nos fuimos a Chachapoyas. Capital de la cultura aborigen que lleva el mismo nombre que la ciudad. Esta cultura que agrupaba varias tribus fue conquistada por los Incas a medio siglo de la colonización española, algo parecido a lo que paso en el norte argentino, solo que acá la esclavizaron fue bastante mas brutal, Quizás la cercanía a Cusco ayudo tal empresa. El paisaje se asemeja al de Bolivia en la zona de Cusco. Esto me lleva a una pequeña reflexión. La idea sería la siguiente. El corazón del subcontinente seria sin muchos cuestionamientos el Amazonas, y conforme uno se va alejando comienza a percibir la misma topografía en las diferentes zonas que lo rodean, es decir, el Amazonas es selva, conforme uno se dirige al oeste o al sur la selva se convierte en selva alta gracias a las montañas, lo mismo en Peru que en Bolivia. Si superamos este lugar llegamos a regiones de punas, también en ambos países, descontando por supuesto las zonas de costa.
En Chachapoyas hay muchas cosas por ver. En relación a lo de la cultura originaria hay una ciudadela en medio de la montaña que se llama Kuelap, un mini Machu Pichu, no muy deslumbrante la verdad. También hay muchos sarcófagos sobre la mera montaña que valconean a miles de metros sobre el vacio de una inmensidad silenciosa. Es increíble como esta gente pudo construir algo de esa magnitud en esas ubicaciones. Los sarcófagos con formas de seres se conservan intactos. En estos se colocaban las victimas de pueblos vecinos con los cuales se peleaba por territorio, por mujeres, y vaya a saber que mas, y sobre aquellos los respectivos cráneos.
Camino hacia el Pueblo de los Muertos en plena montaña se puede ver la catarata de Gocta, con unos 771 mtrs de alto, boquiabierto quedas. La vista es desde la montaña que esta de frente, uno esta a un kilometro, o mas, de distancia y la catarata se ve imponente desde esa distancia.
Tuvimos mucha suerte, porque enganchamos las fiestas del pueblito donde estábamos: Lamud. Las fiestas en este lugar duran 15 días y constan de muchas actividades, pero el inicio de la fiesta es a pura aguardiente. Hay que levantarse a las 5 de la mañana y llegar a la plaza central. Ahí la gente ya espera con licor y Chicha. La Chicha es sagrada en toda la zona con influencia incaica, ya lo era en aquella epoca, es el fermento alcohólico del maiz. A la hora citada la gente comienza a bailar al ritmo de la orquesta que toca entre la multitud, y se inicia un camino por todos los barrios del pueblo. De tanto en tanto se para en una casa, que se designa cada año, y se bebe y se come. Para las 12 del mediodía todos estábamos muy ebrios, muy comidos y muy descolocados, con la cabeza remachada de estallidos pirotécnicos que no paran de sucederse uno tras otro. Asi se nos fueron las fiestas del pueblo. En esos días conocimos a una gente maravillosa que nos invitó a sus casas, a sus bares y a todo lugar propicio para la fiesta. Comimos motes y tomamos Chichas, ya en las vísperas de la festividad estábamos arrancados, así nos fuimos silbando al bar de una vecina, uno que albergaba su arena de lucha de gallos. Las peleas de gallos son muy típicas y la gente apuesta viyuya fuerte. La escena era bastante dantesca, pero la alegría fluía a borbotones, nos dejábamos embriagar por el amor y la brisita del altiplano.
Pero tocaba irnos. Nos despedíamos de Roxana y su familia que nos habían hospedado maravillosamente. Con dedo rumbo a la frontera norte, se acababa, por el momento, Peru. Entre dedos y dedos llegábamos a la frontera llamada La Balsa, que entiendo se llamaba así porque había un rio, que en la antigüedad se cruzaría en balsa.
Entramos al país del plátano, Ecuador. Llegamos a un pueblo llamado Zumba y esa misma noche hacia Loja. Esta ciudad es la capital de la provincia que lleva su mismo nombre. Estuvimos un par de días. También enganchamos las fiestas del lugar, un ocote los pibes. Pero acá los fuegos de artificio son ensordecedores, están mucho más organizados y crean figuras en medio de la plaza, construidas con cañas, impresionantes.
Ecuador tiene algo muy particular, estas en un país claramente sudamericano y la moneda es el dólar, es una sensación muy chocante, mas allá de la discusión ideológica que evidentemente suscita, la sensación es muy contradictoria. Nos fuimos a Vilcabamba. Este lugar es el Samaipata ecuatoriano, mucho gringo, pero acá son bastante repugnantes, la verdad, tienen comprado el pueblo y tal vez por lo del dolar sientan la impunidad para hacer y decir lo que se les cante, seria tal vez, la última seguridad que necesitaban. Ahi me tire una semana, las chicas se fueron a los dos dias con destino a Cuenca. Acampaba en la casa de Javi, un ecuatoriano que vivía en un terreno que mediaba entre la intersección de dos ríos hermosos, cargados de hierro (algunos dicen que por eso el lugar está plagado de gringos). Ahí conocí a los colombianos: Taita Nelson, Mauricio y Dayana, fuimos a recorrer el lugar, conocimos una de las tantas cataratas que rodean estos lares, de agua fresca, cristalina y llenas de humedad. Nos despedimos del Taita, de Mauricio y seguimos camino a Portovelo junto a Dayana.
Este lugar es el Potosi de Ecuador. Yo lo desconocia, figuraba como lugar historico en el mapa que me dieron al llegar. Aparentemente la historia de la mineria en este pais lleva el nombre de esta ciudad y de la vecina llamada Zaruma. Pero aca la historia fue bien distinta que la de la gran mina Boliviana. Primero porque es mucho menor, segundo porque tiene mucho más oro y tercero porque el descubrimiento y ocupación es bien posterior. En verdad los incas ya la trabajaban, no con fines comerciales, mas bien rituales. Luego los españoles la explotaron y posteriormente la abandonaron creyendo acabado su suministro. Luego la retomaron, a mediados de siglo XIX, los ingleses, posteriormente paso a manos francesas, y por último, norteamericanas. Literalmente esta ciudad paso a ser gringa, el nombre de los lugares, el retorno de las divisas, todo era para el pais del norte, esto denota la grandisima influencia ejercida por el tio Sam desde siempre, lo evidente de la instalación de su moneda y grandes influencias culturales que recién fueron resquebrajadas por el anterior presidente Correa. Acá la imagen de este hombre es claramente positiva, aunque los medios lo hayan bombardeado los resultados son irrefutables. La adhesión es mayoritaria. Pero la ciudad de Zaruma que esta en la parte superior del cerro es francamente un cuento. Cuando uno la recorre tiene la sensacion de estar en el western, las casas inglesas de madera con galerías todas de madera, con guardas de madera, todo es madera, es verdaderamente una película, me impresiono muchísimo.
Hace tiempo vengo pensando algo muy concreto sobre Sudamérica y sus fronteras, la famosa Patria Grande, y las raíces étnicas y culturales. Podríamos decir que hay algo que se vuelve evidente, y que confirma empíricamente la idea de que lo que conocemos como Argentina es la franja central del país que abarca Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, y Mendoza. Son arbitrarias, hasta el capricho, las separaciones geopolíticas que se plantearon en el subcontinente. En el norte de Tucumán nacen Los Quechuas o Incas (Diaguitas nuestros), con sus diferencias y semejanzas, pero como agrupación al fin. Se extienden en todo el Cuyo y norte de Argentina, oeste de Bolivia y casi la totalidad del Perú. Los Aimaras en el norte de Bolivia, y parte de Perú, y los Guaraníes en todo Paraguay, noreste de Argentina, este de Bolivia y sur de Brasil, para luego hablar de las culturas amazónicas y otros pequeños grupos que ocuparon áreas en las que las grandes civilizaciones no llegaron. Entonces lo que se ve es algo raro porque una misma cultura se diferencia de acuerdo al país donde le toco quedar y así se ven como evolucionaron de manera diferente según los recursos económicos que el país dispuso y género, provocando diferencias notables entre pares culturales. La mayor de ellas se evidencia entre el Perú y Bolivia en donde podríamos decir de manera coloquial que Perú es como un Bolivia más "evolucionado" y "educado" evolutivamente (en relación al sistema de creencias evolutivo actual). Bolivia queda, así como el ultimo reducto de una cultura que venera la Pachamama de manera absolutamente intrínseca y el resto de países como ejemplos de lo que el progreso causo a las culturas madres de este lugar. Así Ecuador se configura para Perú, como lo que este último para Bolivia. Incluso en términos étnicos y de mestizaje. Aquí se ve claramente una mixtura europea pronunciadamente más clara.
Expuesto este casero estudio antropológico, continuo. Portovelo pertenece a la provincia de El Oro en el sur del páis, de hecho, la región se llama así porque además de la minería aquí vive, la capital mundial del plátano, Machala, y mucha producción agrícola de maíz, es decir un lugar muy rico en términos naturales. El otro es el oriente, poseedor de grandes riquezas selváticas y mucho petróleo.
Como decía, llegamos y era ya de noche, no encontrábamos lugar para dormir. Tocamos la puerta de los bomberos, que nos abrieron sus brazos y donde finalmente nos quedamos. Aca me encuentro. La vida quiso que termine dando un taller de teatro para la dotación de bomberos voluntarios del cuartel. Al otro día teníamos un periodista en el lugar y me pedía de hacer una entrevista. Yo pensaba... ”que mal que tiene que estar Portovelo para que me quieran hacer una entrevista”. Pero así fue, con la suerte de que el director de cultura estaba escuchando la radio y llamo al cuartel de bomberos para que tuviéramos una entrevista, en ella me contacto con una persona vinculada a la educación y así es que termine dando el taller para profesores del pueblo de Zaruma, en las alturas de Portovelo. Esta está siendo una experiencia maravillosa, sobre todo por ellos, un grupo mágico de personas, pero también fuerte porque están en un momento bisagra en su historia como pueblo. La experiencia fue tan enriquecedora para todos que me ofrecieron quedarme a montar una obra y dejarme a cargo de un grupo de teatro, pero la verdad es que el lugar no me enloquece, quiero seguir vagabundeando, además hace días se acaba de derrumbar una escuela por motivo de excavaciones mineras bajo la ciudad.
Me quedan unos días mas. Este finde son las fiestas de otro pueblo cercano en las montañas llamado Curtincapa (un toor festivalero a prueba de aguardiente). El miércoles termino los talleres y parto para Machala, capital de la provincia, allí me espera un centro cultural para seguir intentando trabajar en lo que amo, el teatro.
Ya para despedirme decir que en Ecuador juegan a un volley muy tramposo. No se si han jugado a dicho deporte alguna vez, pero hay algo que es prohibido, “embolsar” la pelota con las manos, uno debe darle un toque con las yemas de los dedos, bueno, acá no paran de agarrarla con alma y vida de un lado pa otro, un detalle.
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