El lugar para el encuentro con las conchas del sur se planeo
en El Tunco. Playa surfer. Una hola interminable rompia sobre una playa de
rocas, cual cantos rodados inmensos, muy incomodos de transitar. Yo estaba en
el hostel leyendo y de repente irrumpieron con sus brillantes sonrisas de par
en par. Hacia seis meses que no nos veíamos, nos habíamos despedido en
Riobamba, Ecuador. Una alegría inmensa la de vernos, apurando las charlas como queriéndonos
contar todo de repente y sin interrupción. Ahí nos quedariamos unos días. La playa,
si no eras surfer, era un embole, casi que no habia playa. Lleno de brasileros,
lleno, lo que mas. El calor que hacia era ensordecedor. Y allí conoci a las
pupusas. Nada que ver con lo que se puede imaginar alguna mente perturbada. Son
unas tortillas de maíz rellenas de cosas, queso, frijoles, hongos, etc, etc.
Cabe aclarar que de Colombia para arriba las tortillas de maíz empiezan a ser
el primer eslabon en la dieta alimenticia de todos los latinoamericanos, hay excepciones,
pero en general asi lo es. En todos esos países encontras gente que las
prepara. Ahí en el Tunco conoci a los Cucha Cucha, banda a la que iba a vincularme
mucho mas profundamente al llegar a Mexico. De ahí nos fuimos a una playa que
se llama Los Cobanos. Malisima. Sucia, chica, llena de mosquitos, un desastre.
Al otro dia rajamos hacia Santa Ana, a la casa de un artesano que nos brindaba
asilo en su morada. Recorrimos el pueblo con su iglesia como siempre y no mucho
mas.
Hay que atender a la gente de El Salvador. Es probablemente
la gente mas hermosa que haya conocido en el viaje. Obvio que gente increíble y
no tanto hay en todos lados, pero aca la gente se abre a la llegada de los otros.
Hay tanta mala fama sobre El Salvador que cuando los extranjeros vamos para
alla, no lo pueden creer. Para el dedo, nunca fue algo tan fácil. Conforme
llegabas a la ruta ya habia alguien que se detenia para llevarte, muchas veces
nos paso que a la primera nos llevaron. Muchas. El calor de la gente, todos te
preguntan, todos quieren saber de vos. La gente es suavecita. Proporcional al
calor del país. Ya esta parte era en altura lo cual un poco amortiguaba, pero
la calor de la costa es francamente enloquecedora. Estuvimos una noche en Santa
Ana y nos fuimos para lo que se conoce como la Ruta de Las Flores. Llegamos a
un pueblito llamado Concepcion de Ataco. Pueblito de montaña, muy lindo,
colonial. Trabajamos muy bien, estuvimos varios días en un hostel en el que
permanecimos solo hasta casi el final, cuando llegaron otrps viajeros. Ahí conocimos
a unos artesanos que intercambiaban reliquias mayas, asi como algunos vendian
piedras, ellos vendian figuras de barro de la época aquella. Yo no lo podía creer,
lo alucinante fue que al ver que no lo vendían, intentaron encajarselo a la policía
y por supuesto la policía, no se los compro, pero tampoco les pregunto por su
procedencia. A los dias nos fuimos al Lago de Coatepeque, una falacia. Toda su
costa capturada por empresas privadas o por particulares, tenias que morir en algún
hotelucho porque era imposible hacer la tuya y acampar en algún lugar sobre la
costa del lago. Una noche y nos fuimos. Entonces ahí nos mandamos para el volcán
Santa Ana. La caminata es corta, serán casi dos horas, pero uno llega al cráter
de un volcán, que es mas bien bajo pero cuya circunferencia es enorme y en él,
un lago de agua verde fluo manzana que lanza gases por su alta temperatura y donde
se ven zonas amarillas por el azufre. Increible, es algo que impacta porque uno
nunca puede imaginar que el agua en combinación con el azufre y la temperatura
tome esos tonos.
Estuvimos unos días por el lugar, acampando con frio y bastante
lluvia, hubo una noche que fue mundial, pero la casita se la banco como una
campeona. A los días ya estábamos por un pueblito llamado Juayua, muy bonito,
chiquitito, pero acogedor. Trabajamos el finde y nos fuimos para la casa de un
sacerdote en un pueblo cercano llamado San Jose. Alli nos despedimos con las
conchas. Yo me quede una semana en la casa de un vecino del sacerdote, al que
nunca conocimos, hablamos simplemente con el casero de la casa. Ese tipo de casero
que sabes que en algún momento se va a chorear la casa del patrón. Un personaje
muy raro, que compraba y vendia autos. Conoci asi al que seria mi anfitrión: el
vecino del casero de la casa del sacerdote, llamado Jose. Pare en su casa. Le quedaban
algunos laburos para terminar de ser sacerdote, en este caso maya. Un tipo muy
amable, pero también muy personaje, una mezcla de inocencia y alcohol lo
conformaban. Me hizo algunas visiones con tabaco. Me dijo que tenia genialogia,
Celta, Egipcia, Africana y Maya. Que no tenia fuerzas externas que dificultaran
mi camino pero que mi peor enemigo era yo mismo. Me dijo que me cuide con el
estomago. A los días cuando me iba me regalo un teléfono al que no le anda el
chip, pero que me sirve para comunicarme y escribir.
De allí me fui al pueblo que mas me gusto de todo el viaje,
un pueblo llamado Suchitoto. Lugar mágico, sobre unas montañas tropicales con
un lago selvático en sus laderas. Arquitectura colonial, casas hermosas y
vistas alucinantes. Alli pare en un lugar desde donde se veía todo el lago.
Subi un video de una canción desde allí. Pues eso es Suchitoto.
Me despedia de uno de los países mas hermosos, con gente mas
hermosa, el mas pequeño, después de casi un mes de estar por allí y disfrutar
de su mundo. Me iba para arriba. Volvia a entrar a Honduras, esta vez, no de
paso como la primera, sino para ir a sus ruinas mayas mas conocidas. Las ruinas
de Copan. Llegue a dedo hasta allí. Los lugares por los que uno pasa para
llegar son francamente increíbles. Montañas llenas de pinos, llenas de coniferas
autóctonas; nunca hubiera imagino que bajo esa cualidad existirían en Centroamerica.
Claro, hay que pensar que esta región es pura montaña, volcanes y playas. La
actividad volcánica ha hecho de esta región una zona muy fértil y es una de las
mas pobladas del mundo por coníferas autóctonas. El pueblo es muy hermoso,
tranquilo, lleno de turismo por las ruinas. Las ruinas son de las que mas me
gustaron porque, a diferencia de otras, tienen torres de piedra talladas con un
poder de precisión y unas historias muy poderosas. Es de las construcciones con
mas detalles que he visto en America. Alli estuve una noche luego de visitar
las ruinas y me quede a trabajar y al otro dia derecho para Guate.
Guatemala fue un país raro para mi. Tenia bastante buena
idea de él, pero lo vi muy contaminado por el turismo y sobre todo por el
dinero. Despues de Bolivia es el país del continente con mas culturas
originarias, pero ellas, a diferencia de los bolivianos, están muy interesados
en el vil metal. Interesados por poner un calificativo medianamente simpático. Primero llegue a un pueblo que tiene una gran
catedral llamado Esquipulas. Lo único que tiene es la catedral. El pueblo es
mas bien feo, asi que al otro dia raje como laucha por tirante. Me fui para Antigua.
Antigua es una ciudad muy hermosa, pero muy turística. Ahí cerca hay varias
cosas para hacer. Me quede una semana con la idea de luego hacer el volcán de Fuego.
A los días sali para el pueblo desde donde se ascendía. Uno no asciende al volcán,
sino a una montaña que esta enfrente desde donde se ven las erupciones al
amanecer. Cuando llegue al pueblo llamado La Soledad, sentí unas nauseas muy
fuertes, como si el lugar estuviera cargado de algo que me mareaba fuertemente.
Decidi no subir. A los cuatro días hacia erupción el volcán de fuego y el país se
sumia en una catástrofe sin precedentes. En cambio hice dedo y me regrese. El
que me aventó fue un sacado. Manejaba su Hilux ultimo modelo. Bastante rápido,
pero ese no era el asunto. Tomaba cerveza como loco y me ofrecia todo el tiempo
y me desafiaba a ver quien tomaba mas. Evidentemente no me sume al desafio, a
lo que él respondia… “no tengo amigos porque nadie me puede seguir el ritmo”.
Comimos en un restaurante de ruta, y me invito con la excusa de seguir
bebiendo. Yo me había tomado cuatro birras en treinta minutos, no podía mas. Me
iba al baño para no tomar. La situación era muy bizarra, su compañera no
hablaba, solo se reia de sus chistes que versaban todos en torno al alcohol. En
un momento me puse firme y le dije que no iba a tomar mas, que no pidiera mas
rondas porque yo no pensaba beber mas. Pidió la cuenta. Al rato me dejaban en
el pueblo desde donde me iba para el lago Atitlan. Llegue esa misma noche al
lago, a un pueblo llamado San Pedro. Todos los pueblos que rodean al lago son santos.
San Peter toco primero donde me quede unas noches, al los días conocía San
Marcos, que era como el pueblo hippie del lago. No me enloquecio mucho, asi que
me fui a Xela o Quezaltenango. Esta es una de las ciudades con mas presencia
aborigen del país. Aquí hay mucho dinero. Los originarios son empresarios muy
acaudalados en muchos casos. Una zona de mucho café y muchos tejidos. Los
tejidos de Guate, merecen un apartado especial. Son tejidos muy trabajados. Si
los de Mexico son bellos estos son lo siguiente, el detalle, los colores, las
formas. Se los llevan para todos lados del mundo. La ciudad me encanto, muy
tranquila y se trabajaba bien, además la gente muy amable y muy anfitriona.
Paraba en un hostel que era una casa antigua. La recuerdo como una ciudad muy mágica,
aun cuando el ultimo dia me robaron. No me paso nada, pero me sacaron un
billete que había estado juntando para irme al caribe. Estaba cerca de Mexico
ya, asi que tenia que decidir que hacer, Xela me había tentado a pedirle
revancha a Guate, asi que me fui para un pueblo llamado Coban, en el medio del país,
con mucha dificultad para llegar, llegue. Ahí se encuentra el Samuc Champey,
que en maya significa rio cubierto. Es un lugar mágico en medio de la selva, por
donde pasa un rio y por encima de él unas rocas que contienen otras aguas color
turquesa que bajan de la montaña. Un lugar impactante, y muy turístico. La
locura con los turistas es una cagada, te queman la cabeza, te roban mal, todo
vale el doble, te tratan bastante para el tuje y te la tenes que morfar como un
galan, me consto horrores. Lo ultimo que quedaba era Tikal. Hacia doce años
cuando viaje con Natalia por Mexico quisimos cruzar desde el sur para ir a ver
las ruinas mayas mas grandes de mesoamerica, pero no habíamos podido, asi que
me avente para alla. Es bien al norte del país, ya selva tupida y mucho calor. Habría
que pensar que Guate tiene mucha montaña y una suerte de eterna primavera, pero
el norte es desauseador, mucho calor por el dia, aunque a la noche refresca.
Las ruinas son impactantes, su tamaño brutal, y ademas esta solo descubierto el
quince porciento. Se llega a un lugar que se llama La Flores, que es un pueblo
que esta en un laguito y de allí se va para las ruinas. Al pueblo-isla que esta
en medio del lago, no le cabe un alfiler y te lo recorres en media hora
caminando. Alli conoci a dos tanos hermosos que estaban viajando y que me volvi
a cruzar en Mexico. Los mayas construían sus templos y sus ciudades sobre las
anteriores, es decir, que debajo de las que hoy se descubren hay otras y otras,
hasta los Olmecas, que es la primer civilización que se cree que entro a
America por Alaska. Eran dinastías y la sociedad era bien vertical y patriarcal.
Pero lo que armaron es francamente impactante. Culturas hoy desbastadas por el
sistema. Se acababa Guate y me iba desde allí hacia Mexico. El objetivo inicial
del viaje se cumplia y yo estaba mas bien cansado. Llegue a Palenque y allí dormi
en la casa de una familia que me conocio en plena lluvias y me invito a su
morada a dormir. Al otro dia dedo a San Cristobal de las Casas. Alli me
esperaba Lanita, compañera de uno de los Juanetes de Ritmo, Juan. Ella estaba
parando en un centro cultural llamado Wapani. Ahí llegue y ahí me quede hasta
hoy. Llevo tres meses en un lugar que me dio vuelta la vida. Los primeros días fueron
de adaptación y descanso. Llevaba muchos meses de lugar en lugar, estaba un
poco cansado. Un dia me cruce con Ricardo, un amigo que había conocido en San
Marcos, en el lago Atiltan en Guate. Guitarrista él, asi que le dije de
juntarnos a tocar un cacho. A los dos días estábamos tocando y se sumaba Adri,
otro compa que vivía en Wapani para ese momento. Formamos: Por una trompeta. Al
tiempo se sumo Clarita, trompetista belga, hermosa persona y el Juan, Cordobazo
trombonista. Hoy el viaje nos los despidió a todos. Quedamos solo Adri y quien
escribe. Pero paralelamente conoci a unos chicos uruguayos Fede, la China y el
Pata con quien junto a Rocio y Anahi, dos chicas argentinas, estamos investigando
una material que nos convoca mucho. Le estamos metiendo una energía y entrega
al proceso creativo teatral tremendo, en donde estoy tomando el rol de mirada,
o dirección, algo que hacia tiempo quería hacer. Por otro lado con Fede y otro
chico uruguayo, El Tevi, estamos armando otro proyecto de teatro música y
humor: Carbonato Descalcio. Me da la vida. La referencia directa es Les
Luthiers. Pero es que no es solo eso. En estos tres meses pasaron artistas tremendos
con los que hemos hechos tantísimas varietes, conciertos, peñas. Aquella banda
Cucha Cucha, se transformo en la banda del espacio y nuestras fiestas y nuestras
charlas, el caldo creativo. Es otro mundo al del sur, aca es puro fuego, la energía
creativa esta todo el rato, los días son largos, ensayos, juntadas, mucho dia,
mucha acción, es un crecimiento impresionante el que estoy experimentando. Por
otro lado, esta la experiencia zapatista que en mi produjo un transformación muy
poderosa. Plantean un mundo por fuera de la guerra, aquella que les permitio en
un primer momento recuperar sus tierras y que hoy ha sido abandonada por la paz
y la vida. No es si Cristina o Macri, es otro mundo. Uno empieza entender que
hay otra organización de vida posible llamada Autogobierno (con fuertes bases
anarquistas, uno ve aquí que el anarquismo es posible), que el problema no es
quien gobierna, sino que te gobiernen, que nos podemos autogobernar, a base de
valores, trabajo y consenso; los zapatistas deciden algo cuando todos están de
acuerdo, si hay uno que no lo esta, no se decide. Convencer y no vencer.
Entonces la cabeza se te da vuelta, porque además todo esta anclado en la
tierra, en la madre de todas las madres y los pueblos originarios que se
agrupan en torno al zapatismo lo entienden, lo saben y lo defienden, aun sabiendo
que iran por su territorio, por sus recursos, por sus vidas. Es muy conmovedor
ver como se preparan desde el amor y la construcción grupal para resistir, como
se organizan desde el amor a la tierra.
No puedo pedir mas. Este primer viaje que hoy finaliza me
cambio la vida. He dejado cosas atrás que no eran mias, mochilas que no me
permiten ser quien soy, y menos quien quiero ser. La batalla florida continua,
pero este viaje cambia el prisma, cambia la vida, hoy hay una estrella roja en
el pecho que guía un camino que esta bien juntito a la vida y a la muerte, a la
intensidad y a la entrega.
Estan presentes todos, por donde anden. Yo los abrazo y les
deseo lo mejor, les deseo el doble de lo que la vida me da, desde lo mas
profundo de mi ser; vida que se escapa rápido como para perder la lucidez del
momento.
Mucha voluntad para crear muchas verdades entre todos y que
de esta manera no se nos imponga ninguna.
Abrazos a todos y hasta la victoria Siempre!
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