Que paso que me llenaste de ganas de cambiarte la expresión, de llenar tu boca de colores y que talvez así te ayude a creerme capaz de cambiar algo de esta maldita y gélida temperatura. Yo voy volando como vos, pero con la diferencia que me da la velocidad torpe del empedrado ancestral y autoritario de lo que nos quedó como gente de barrio. Me hubiera tirado a tu cuerpo para ver si estaba vivo o si realmente era lo que no quería creer. Tu ángel estaba dormido y yo le gritaba con los ojos para despertarlo, como si la pesadilla que vivía le gustara y vos le hubieras dado todos los sedantes del mundo para callar a la mujer que no le gusta la vida sin locura, aquella que de tanto gusto por la locura se olvido de vivir.
Hay en tu rostro una sensación de éxtasis que no pudo volver a sentirse libre desde no sé cuanto tiempo, mucho. El frío de todo lo que te pasaba en ese momento no deja de acercarme hacia el calor de estar dentro tuyo empapado del líquido que emerge de tu propio sentido que te hace lo que hoy no sos, y aunque sea por un segundo pensar que la vida es maravillosa, y además sentirlo, aunque te aburras rápido, aunque me aburra rápido, aunque todo sea aburrido.
¿Por qué te escribo si no sé quién sos, si seguramente no te vuelva a ver, ni me acuerde de vos? ¿Qué me paso en tu cara que me dice todo esto al oído y no puedo dejar de oír, sin siquiera, interrumpir hasta con un grito de desesperación que se confunda con una llamada de atención ante tremenda insolencia de parte de alguno que te puso en mi camino y yo idiota y culpable de mi propia ingenuidad no tenga nada que decir al respecto y mire como sin nada al interlocutor de esto que ahora le escupo? ¿Qué es lo que temías, y por qué todo esto? ¿Qué es eso que no tiene mucho mas que decir pero mucho menos por recordarte?
No quiero pensar por qué estas tan empapada en mi, si lamentablemente sos una mas, solo me pregunto por esa parte que de la nada crea todo, y desde ese todo me vuelve rabia.
¿Sabes de que te hablo? A vos que no se ni como te llamas, que si te vuelvo a ver seguramente no te reconozca, que solo me quedará esa momento imaginario y esa imagen tan concreta de lo que fuiste en ese momento y que para mi serás por siempre. ¿Adonde se dirige eso y en que momento se transforma en un dardo? ¿Cómo me hago dueño de algo que no existe en vos, pero que haces existir sin que lo puedas detener? ¿Dónde se dirigen esas cosas que no solo yo propongo, y que solo por tu existencia me encuentran?
No quiero pensar por qué estas tan empapada en mi, si lamentablemente sos una mas, solo me pregunto por esa parte que de la nada crea todo, y desde ese todo me vuelve rabia.
¿Sabes de que te hablo? A vos que no se ni como te llamas, que si te vuelvo a ver seguramente no te reconozca, que solo me quedará esa momento imaginario y esa imagen tan concreta de lo que fuiste en ese momento y que para mi serás por siempre. ¿Adonde se dirige eso y en que momento se transforma en un dardo? ¿Cómo me hago dueño de algo que no existe en vos, pero que haces existir sin que lo puedas detener? ¿Dónde se dirigen esas cosas que no solo yo propongo, y que solo por tu existencia me encuentran?
Me enamore de tu segundo que me hiciste inventar, y eso no vuelve mas, eso que ahí queda suspendido en el aire de mi cabeza se quedo preso para siempre y nadie puede tocar. Cuánto me gustaría que tantas cosas de mi vida tuvieran las cualidades de esto, pero me faltas vos para lograr eso, aunque si estuvieras sería imposible que puedas volver como esa vez, simple y única, gris y erótica.
Espero que eso mismo que hoy me provocaste no sea el único en vivirlo, así espero que no sea la última vez, aunque hay algo que me dice que con o sin ti estaré aguardando sigiloso el encuentro de lo efímero, de lo infectado por mi con ese otro, el encuentro de lo que no tiene razón ni explicación, que solo se vive si me pierdo en ese lugar inexistente que no se ni como se llama, pero que por momentos lo tiñe todo.
Qué arbitrarias mis preguntas de pusilánime, y qué rabia por no poder decirte con el cuerpo lo que me pasa y esta pedantería que me sale como soldado del bien menor.
Con las palabras nunca me entenderías, con éstas mismas saldrías corriendo espantada de lo que trato de decirte, mujer de la mirada gris. Pero si me dejara de idioteces... mi cuerpo no fallaría ni un segundo, ni una expresión.
Tan solo si me diera la oportunidad de hacerte mujer un poco menos fatal por un segundo, dos, tres y empezáramos a viajar por ese lugar que no tiene medida en la calle, ni en el pasillo, ni en la cama, ni en nada que te rodea, que nos rodea. Tal vez por eso mirabas sin mirar, tal vez porque esperabas que saliera en tu rescate y yo tan idiota como para querer describir tu expresión, mientras vos me esperabas con los brazos entre tus pechos desnudos de deseo.
No puedo decir que si te vuelvo a ver no pueda cometer el mismo error, solo te pido que si me vez por ahí, no me llames, no me digas nada, procuraré abrazarte despacio por detrás, quitarte las manos de tus senos y tocarlos suavemente como quien toca un bebe, para después torcerte el cuello con mi boca y nadar en tu piel, quizas así todo tome sentido, quizas así todo nos importe un poco más y ya no haya nada que pensar.
Qué arbitrarias mis preguntas de pusilánime, y qué rabia por no poder decirte con el cuerpo lo que me pasa y esta pedantería que me sale como soldado del bien menor.
Con las palabras nunca me entenderías, con éstas mismas saldrías corriendo espantada de lo que trato de decirte, mujer de la mirada gris. Pero si me dejara de idioteces... mi cuerpo no fallaría ni un segundo, ni una expresión.
Tan solo si me diera la oportunidad de hacerte mujer un poco menos fatal por un segundo, dos, tres y empezáramos a viajar por ese lugar que no tiene medida en la calle, ni en el pasillo, ni en la cama, ni en nada que te rodea, que nos rodea. Tal vez por eso mirabas sin mirar, tal vez porque esperabas que saliera en tu rescate y yo tan idiota como para querer describir tu expresión, mientras vos me esperabas con los brazos entre tus pechos desnudos de deseo.
No puedo decir que si te vuelvo a ver no pueda cometer el mismo error, solo te pido que si me vez por ahí, no me llames, no me digas nada, procuraré abrazarte despacio por detrás, quitarte las manos de tus senos y tocarlos suavemente como quien toca un bebe, para después torcerte el cuello con mi boca y nadar en tu piel, quizas así todo tome sentido, quizas así todo nos importe un poco más y ya no haya nada que pensar.
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