Ayer me llenaba de imagenes cuando estaba con mi viejo, lo veia en la
cama y pensaba: que injusto puede ser uno con la persona que lo trajo al
mundo. Ahi, tan fragil, tan indefenso. Veia al niño que de grande
vuelve, al adulto que como cualquiera no tiene ningun manual de la vida,
la que tuvo dificil para aprender. Pensaba en todo lo que vivio, en su
Africa natal, en su Italia en posguerra, en su Argentina encantada, en
su amada quimica, en su amor a mi vieja, su lealtad a la
familia, en lo que debe haber sufrido, en las traiciones, la carcel,
los mandatos, sus herencias, las mochilas que cargo y las que le
hicieron cargar... pensaba en su risa, sus alegrias, sus amores y
pasiones, su mundo, su cara, su cuerpo y su alma, su inmensa vida. Y
conectaba con la certeza de que se va, como nos iremos todos. Pensaba en
la muerte y en lo grande que es la vida para gastarla juzgando y
haciendose mal. Porque ademas, todo se diluye en un segundo cuando veo a
traves de los ojos del amor...
Tejer un camino a tu infinito, abrazar tu corazon, estarte agradecido para siempre.
Tu luz me ha hecho y me hace brillar.
Gracias.
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