Porque lo que mas amamos es reinos, la risa es sin duda
nuestro verdadero Dios.
A todos conmueve...
Ocurre que pocos creen en él. Puede que sea por querer
retenerlo (tenerlo otra vez), y es que él se escapa con gran facilidad, con
tanta que se hace invencible, inolvidable.
Realmente libre. Esta donde quiere, donde la pasa bien.
Tampoco se deja atrapar, ni manipular, ni condicionar, es
inconfundiblemente él.
Es una religión, la suya, de difícil devoción; hay que
saberlo evocar.
El mejor aliado contra el fracaso, el amigo del alma.
Me río de mi con él... esta conmigo!
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